31 ago 2010

Grandes Series Anime: Neon Genesis Evangelion

Ahora que mi vena friki comienza a repuntar, y amenazo a conocidos y amigos con maratones y sesiones frikis, me viene a la mente una serie que me convirtió (en el buen sentido de la palabra) en un adorador incondicional.

Algo había leído sobre esta serie, en una revista de videojuegos (con las que me despacharé en otra ocasión), y no me había llamado la atención (robots gigantes, niños pilotos, el fin del mundo…).

Pero recuerdo perfectamente el flechazo. Lunes por la noche. Con casi 14 años me disponía a cenar, porque tenía un partido a la intempestiva hora de las once de la noche, un lunes de otoño.
Tenía en mente ver un capítulo de una serie manga, concretamente Bubble Gum Crisis, mientras cenaba. Cogí la cinta (por aquel entonces, hace casi 15 años, el DVD era una utopía, por no hablar del vídeo streaming así como de las descargas por Internet; con lo que para un escolar, desembolsar 2000 de las antiguas pesetas era un sacrificio inimaginable) y la puse.
Como siempre, había promociones de otras series. “¿Por qué no?”. Quizás descubriera posibles nuevos fichajes (y futuras ruinas económicas).
Y, en esas “promos” o “trailers” me encontré con esto:



Sin tregua. Sin misericordia. Sin opciones.
Tenía que ver esa serie.
Sonará a paranoia, con muchos tintes de locura sin sentido, pero gracias a esta canción, me enganché, de una manera tan impactante que hasta cambió y modeló mi vida durante futuros años.
Así fue como Neon Genesis Evangelion (así en España, en Japón se la conoce comoShin Seiki Evangerion), me convirtió en un adorador más de esta serie de culto.
¿Que qué tiene Evangelion?. De todo. El señor Hideako Anno (sin chistes fáciles), se ganó su sitio en el Olimpo de los otakus. (merecidamente o no, según gustos).
El argumento, ambientado en el venidero 2014, nos presenta a Shinji, un chico de 14 años, con un tormentoso pasado, que es requerido por su padre, en la remodelada Tokyo-3. Padre con el que apenas ha tenido contacto y cuya relación es más bien fría y distante.
Mientras Shinji espera que le vengan a recoger, en la costa japonesa la ONU ha desplegado un contingente militar sin precedentes.
Al poco, una gigantesca sombra se desliza imparable bajo las aguas.
Comienza el ataque. Toda la artillería humana se pone en marcha, acribillando a la monstruosa figura que emerge de las aguas.
Pero parece que el ataque no surte efecto.

El monstruo ya se ha adentrado en tierras niponas, sólo queda una opción: la bomba N2 (una arma más poderosa que una bomba atómica).
Tampoco afecta al monstruo. Está protegido por un campo AT.
Mientras tanto, Shinji intenta ponerse a salvo de las explosiones y efectos del ataque, cuando aparece Misato: una atractiva mujer al volante de un deportivo, que tiene la misión de recogerle y llevarlo a un lugar seguro.
Por otro lado, los altos mandatarios de la OTAN, la ONU y demás organismos internacionales, caen en la desesperación: las armas creadas por el hombre no pueden plantar cara al enemigo….¿o sí?.
En ese momento, Gendo Ikari solicita permiso para poner en marcha su plan.
No queda alternativa, sino…están acabados.
Gendo Ikari, al mando de la compañía Nerv, manda desplegar el EVA-01: un gigantesco robot, con el que esperan plantar cara al monstruo antes de que arrase la ciudad.
Gendo Ikari. El padre de Shinji.

Así empieza la serie que se convirtió en objeto de veneración durante la segunda mitad de la década de los 90.

El argumento podría parecer un poco soso, o quizás previsible y lleno de tópicos “made in Japan” (robots gigantes, pasados tormentosos, tías cachondas rodeando al personaje..).
Pero Evangelion va mucho más allá.
Es una serie con la que no vale la indiferencia, el “bueno, para pasar el rato”. No. A través de años de experiencia he constatado que o te encanta, te engancha y sólo puedes decir alabanzas; o por el contrario te parece una tomadura de pelo, una fumada y una chorrada gigantesca.

No me gustaría desvelar el final, así como detalles importantes de la serie (referidas con la trama), pero es necesario comentar ciertos aspectos que han hecho de esta serie lo que es.


Por un lado, el estilo de dibujo. Correcto. El diseño de personajes protagonistas no presenta un estilo “extraño” (entendiendo como extraño el estilo que pueden tener La. Visión de Escaflowne – a la que dedicaré un homenaje – o Shinchan) y se complementa bien con el tipo de anime y de animación.
El diseño de los mechas, o robots, es acojonante. Un universo manga donde el estilo marcado por Mazinger Z, Gundam, Tekkaman, etc…destaca por variados e increíbles diseños. Pero los EVAs (que así se llaman), tiene personalidad propia. El diseñador, Ikuto Yamashita, creó obras maestras.



Lo que quizás puede dejarnos con cara rara son los enemigos. En ocasiones, parece que los ha dibujado un niño. Superado este obstáculo, diré que luego, este problema no importará lo más mínimo, ya que si verdaderamente te gusta la serie, estarás más pendiente de otras cosas.



Otro aspecto chocante (y que crea detractores) es la animación. Sí, está bien animado…las partes que se mueven. Esto viene a que en esta serie abundan los ya conocidos “momentos Dragon Ball”: me miro, me miras, nadie dice nada, te sigo mirando, te vuelvo a mirar, ¿te había mirado antes? pues te vuelvo a mirar por si acaso… Estas situaciones, típicas de ascensor (en la serie, también es literalmente), puede exasperar a aquellos impacientes. Pero todo tiene un porqué (aunque no siempre).

Todos estos momentos de charlas sin apenas movimientos, desbarres del protagonista mirando al techo, etc… Tienen cabida y no desentonan por una razón: las personalidades de los protagonistas. Diferenciadas, atrayentes, odiosas, lastimeras. Y es que, a pesar de haber claros personajes principales, los otros personajes secundarios también tienen su miga, su trasfondo, muy implicado en la trama general.

Una de las grandes bazas (y sorprendentes) del anime, es el increíble “realismo” de la que hace gala. Puede parecer irónico que se hable de realismo en una serie de robots gigantes contra monstruos, pero Evangelion a planteado temas que muy pocas (por no decir ninguna otra) series habían planteado: ¿quién financia la construcción de los robots?, ¿quién paga su mantenimiento y reparación?, ¿funcionan con gasolina o electricidad? (en este caso, los EVAs van, literalmente, enchufados a la corriente eléctrica); ¿puede pilotarlos cualquiera?; ¿quién paga los destrozos en las ciudades?, ¿no hay más compañías que fabriquen robots?....
Todas y cada una de estas preguntas tienen respuesta (y creíble) en Evangelion.

Por otro lado está la banda sonora. Magistral. El opening es genial (tanto la edición para el ánime, más corta, como la edición larga; así como las diferentes versiones cantadas por las protagonistas de la serie – la cantada por Misato, Asuka y Rei es la mejor en mi opinión).



Durante la serie abundan canciones lentas, íntimas a la par que tétricas, con un fuerte protagonismo del piano.


También encontramos piezas orquestarles frenéticas, para momentos de tensión y lucha.


Estas melodías se compaginan con otras más “pachangueras”, más de relax, para momentos de distensión o divertidos (mítica la de Misato en su apartamento, con sus cervezas y su Pingüino de balneario).


Mención especial en este apartado, las innumerables versiones del ending, “Fly me to the moon”. Sinatra le daba un toque espectacular, pero la sugerente voz femenina le confiere un toque sensual que no deja indiferente a nadie.



Actualmente, se puede ver Evangelion en DVD y en el manga; aunque, recientemente, están reeditando la serie, añadiendo cositas interesantes, y pequeños cambios. Personalmente no he podido ver ninguno de estas nuevas entregas, pero no tardaré. Seguro.

El universo Evangelion es gigantesco. La expectación y la fascinación que levantó esta serie hizo que el merchandising alcanzara cotas no vistas desde el fenómeno Dragon Ball (no tanto en España). Peluches, camisetas, barajas de póker, llaveros, figuras, muñecos, maquetas, videojuegos, Cds de audio, temas de escritorio, aplicaciones chorras para tu Pc (de aquella XD), libros de ilustraciones, diarios, resúmenes y guías de capítulos,…

Yo estuve metido en esa vorágine friki, pero sólo hasta el punto que me permitía mi limitada economía estudiantil.




Entre esas “rarezas” tengo algún que otro libro de ilustraciones (mira que hay que ser friki, porque gastarse un dineral en un libro lleno de dibujos…porque sólo es eso, dibujos, e incluso bocetos…..es algo que sólo si eres friki puedes entender, además de que me encanta dibujar, aunque lo haga como si un mandril se metiera un lápiz por el culo…).

Bueno, que tengo un libro de ilustraciones, en el que puedes encontrar todo tipo de bocetos de cada uno de los personajes, con diferentes vestuarios, posturas, etc… Pero me llama enormemente la atención el diseño de gran parte de los “Ángeles”o “Apóstoles” (en función del anime o del manga, respectivamente), así como el nombre de cada uno de ellos: Sahaquiel, Israfel, Ireul,….son nombres con una raíz del hebreo antiguo; con significados tan peculiares como “bestia rugidora de Dios”, “poder azotador de Dios”…
En esta web, tenéis las descripciones de los ángeles (pero si no habéis visto la serie no recomiendo que lo leáis)

http://tgboy01.tripod.com/evangelionenespaol/id3.html


Y es que Evangelion tiene muchas, (muchísimas) referencias bíblicas y místicas: pergaminos del mar muerto, árboles sefiróticos, ángeles, almas….

La serie está compuesta por un total de 26 episodios, aunque existen dos largometrajes: “The end of Evangelion” y “Death and Rebirth”.
En este artículo, sólo me centrado en lo que se refiere al anime, a esos 26 capítulos; de los cuales espero no haber revelado nada realmente trascendental.
Como dije antes, o la amas o la odias.
Y como la ames, ya nada volverá a ser igual.
Lo digo por experiencia propia. Esta serie marcó mis 6 años siguientes de vida (pero soy una persona normal y coherente, friki, pero normal XP).

En resumen, una serie de culto que todo aquel que se haga llamar otaku debe de haber visto (aunque sea para odiarla), porque es, sin duda, de lo mejor en cuanto a líneas argumentales, trasfondos, tecnologías y ambientación dentro del género de la ciencia ficción animada.




Algo a lo que el estudio Gainax (del que ya hablaré), nos tiene acostumbrados

17 jul 2010

JUEGAZOS de los 90: ALIEN TRILOGY

Una especie de pavo sanguinolento rompepechos. Una monstruosa cucaracha pulpo..Un puñado de bichos de los más chungo….Varios fueron los bocetos e ideas iniciales pero, por suerte, fueron descartados por el diseño final de H.R Giger y O’Bannon. Ambos crearon el monstruo espacial más terrorífico (y rentable) de la historia.
Ya hace más de 30 años que sume a muchos en pesadillas….ya hace más de 30 años de aquel gran eslogan: “en el espacio, nadie puede oír tus gritos”.

Sí, Alien, el 8º pasajero (Ridley Scott, 1979), pasa de la treintena, y sigue siendo una de esas películas de culto, que creó tendencia y dio origen a una saga que, a mi pesar, cada vez se hunde más y más en una espiral de estupidez…
Mientras que el señor Scott desarrollaba una película de terror y ciencia ficción, el gran James Cameron retomaba la idea de los alienígenas de sangre ácida en una entrega de acción, con ligeros toques de terror. Aliens, el regreso (James Cameron, 1986), creó algunas de las situaciones más emblemáticas de este género cinematográfico, tantas veces imitadas y tan pocas decentes.
Paso mucho tiempo hasta que, en vallas publicitarias volviésemos a ver un embrión alien, oscuro, con un mortecino brillo verde botella. ¿Cómo se formó Alien3?. Era la pregunta que se hacía todo el mundo. El final de la entrega de James Cameron no dejaba claro cómo podía continuar sembrando el pánico los monstruos de Giger y O’Bannon..
En esta ocasión, el cineasta David Fincher (en el 1992) volvía a hacer sufrir a la teniente Hellen Ripley, incondicional asesina de Aliens (magníficas actuaciones de Sigourney Weaver en todas ellas), luchando de nuevo contra los conocidos Xenoformos.
Con estas tres entregas se cerró una trilogía. Una saga de películas con una legión de forofos, fans y defensores acérrimos de todo lo que concernía a Nostromos, Sulacos, Weylans Yutanis y aliens (aunque la 3º entrega deja algo que desear).

En base a estas 3 películas, en 1996, sale a la venta Alien Trilogy (Sega Saturn, Sony Playstation y PC).

En mi modesta opinión, de las mejores (por no decir la mejor) adaptación del mundo alien al campo de los videojuegos.


Alien Trilogy es un FPS (First Person Shooter), o como se conoce vulgarmente: un tipo Doom (de tu personaje sólo ves el arma, y es en vista subjetiva).
A pesar de estar basada en la trilogía antes citada, se ve que no contaron con los derechos de imagen de las películas; por lo que controlaremos a un personaje tremendamente parecido al interpretado por Sigourney Weaver en Alien3.



Nuestro protagonista deberá cumplir una serie de misiones que se detallarán al inicio de cada fase. Estas misiones variarán desde abrir camino a posteriores marines (podían ir todos juntos, ¿no?), recoger placas identificativas, eliminar determinados enemigos, conectar suministros eléctricos….
El tipo y la escenografía de cada misión dependían de las 3 grandes áreas en las que se dividía el juego (cada una acorde con una película).

La primera parte del juego, se correspondería con la película de James Cameron, Aliens, el regreso. Los escenarios son calcos de los que pudimos ver en el filme, y recorreremos las instalaciones y zonas de la colonia que la compañía Weylan Yutani instaló en el Lv-426. Recordemos que esta 2 entrega de la saga tiene como argumento la misión de un grupo de marines, con Ripley como consejera, que consiste en averiguar porque los colonos no dan señales de vida…

La segunda, era más fiel a los hechos ocurridos en Alien3, y en esta ocasión, los escenarios serán un poco más claustrófobicos, en consonancia con las dependencias de la cárcel planetaria (en la película de David Fincher, la acción transcurre en un planeta prisión donde ha caído Sigourney Weaver…y un alien).

La tercera y última parte se basa en la primera entrega: Alien, el octavo pasajero. Pero, curiosamente, el juego no transcurre en la nave de carga Nostromo: nave tripulada por 7 personas que, al recibir un misterioso SOS de una nave, descienden al planeta Lv-426, para volver a la nave con un pasajero más…. La historia transcurre en el interior de la nave alienígena estrellada en el planeta: el origen de todo.

Las zonas contaban con una media de 10 fases, de mayor o menor duración en función de nuestra habilidad, nuestras ganas de sobrevivir y de los secretos que quisiéramos encontrar. Al final de cada zona, teníamos un inevitable encuentro con una reina alien, en un escenario de grandes dimensiones plagado de huevos….
También había lugar para fases de bonus, que consistían en f contrarreloj en las que debíamos recorrer una zona laberíntica cogiendo todos los objetos posibles y volver al punto de partida antes que se agotara el tiempo.


Hay que decir, que de aquella no había motores Havock, y que los gráficos de juegos de ahora como Crysis, Killzone y similares eran sólo sueños inalcanzables por todos. Aunque el juego se desarrollaba en un mundo y escenarios en 3D, los personajes y enemigos eran sprites (“animaciones”) en 2D. Esta combinación de gráficos permitía tener escenarios medianamente currados, pero con protagonistas muy limitados. Y, algo realmente cutre pero era lo que había, era matar un enemigo y ver sus restos en el suelo. Si girabas alrededor del muerto veías como el cadáver giraba contigo…Era cutre, sí, pero bendita aquella época

En cualquier caso, gráficamente era correcto, y los enemigos estaban bien hechos aunque, lamentablemente, la tecnología de aquella época no permitía unas animaciones más realistas en este tipo de juegos…

La variedad de enemigos no era muy grande, pero tampoco es que fuera necesaria.
En las tres zonas del juego nos enfrentábamos al alien adulto (el clásico alien), a los “face hugger” (las “manitas” que se pegan a la cara), los rompepechos (el alien recién salido del cuerpo humano), aliens jóvenes (una mezcla de alien y perro, realmente curioso, porque parecía un ciervo al caminar); aliens soldados (aliens un poco más tronchos, más cabrones y de color rojo…en fin); humanos y androides (los únicos con armas a larga distancia del juego) y, por último, la terrible reina.

El arsenal del que disponíamos para acabar con nuestros enemigos era limitado, pero, como en todos estos juegos, siempre acabas usando las mismas armas. En este caso teníamos la pistola básica (beretta de 9mm, con munición “ilimitada”. Ilimitada entre comillas porque siempre quedaba una bala, que se regeneraba automáticamente, pero sólo 1); la escopeta (en estos juego nunca debe faltar una escopeta recortada), el rifle de impulsos (el arma básica de los marines, automática, de gran capacidad para munición y con la posibilidad de lanzar granadas); el rifle autodirigido (arma pesada que llevaban Vásquez y Drake en Aliens, el regreso, automática de gran potencia con balas ligeramente teledirigidas), lanzallamas (impone mucho más de lo efectivo que era realmente) y las cargas explosivas (bombas).

Gráficamente no es que fuera algo apabullante, pero el sonido era magistral: la recreación del sonido de puertas, mapas, armas, aliens y demás es tal cual el de las películas (para muchos una nimiedad, para otros frikis como yo, una delicia).

Pero uno de los puntos realmente fuertes de este juego, era la banda sonora. Magistral. Melodías angustiosas, tétricas, siniestras, perfectamente integradas en el juego.

Menú inicial y fases de bonus:


Algunas fases del juego



Y por supuesto, la Reina:



Para muchos, es lo mejor de lo mejor del juego (y no es de extrañar, ¿no?).

A grandes trazos, era un buen juego, adictivo y con una dificultad ajustada y regulable, siendo increíblemente difícil el modo Xenomanía, en el que los enemigos resucitan cada poco tiempo…

Lástima, de nuevo, los sprites del juego, que si bien no eran malos, no eran el punto fuerte. Tampoco la I.A de los enemigos es que fuera para echar cohetes, limitándose a ir hacia ti en cuanto estuvieras en el campo de acción y a moverse erráticamente para complicarte la tarea de dispararles.

Los enfrentamientos contra la reina podían ser espectaculares…o tediosos. En cuanto abrías la puerta, accedías a un espacio enorme, que se perdía en la oscuridad. Atisbas la silueta de algunos huevos de alien, escuchas cómo algunas “manitas” se arrastran y ves en tu detector de movimiento puntos que se desplazan…y desaparecen.
La música empieza piano, para luego, aumentar de ritmo e intensidad, volviéndose frenética y angustiosa, a medida que te desplazas por esa gran sala eliminando huevos y esquivando bichería.

Hasta que, de pronto, escuchas una mezcla entre bufido y rugido, te giras y te encuentras de frente a la reina, hecha una furia.
Si mantienes la sangre fría y retrocedes podrás ver cómo se relaja y sigue a lo suyo, conectada a un gran conducto ovopositor. Si por el contrario le disparas y le tocas la moral, verás como se separa del conducto y empezará a perseguirte como una posesa.



Y he aquí las posibilidades. Esquivar a la reina (y a los pocos face huggers que hayas dejado con vida) mientras corres, fintas y le plantas cara a campo abierto (también hay algún que otro pasillo, medianamente oculto, con preciada munición) O bien te parapetadas en el pasillo que conducía a la salida y desde allí, con paciencia y tedio, esperabas a que apareciera la reina, le disparabas, ella no podía entrar y retrocedía y vuelta a empezar….Cada uno como prefiera.

Y, aunque pudiera parecer fácil, es necesario recordar que estamos hablando de una época en las que los juegos eran sumamente complicados (no tanto como a finales de los 80 y principios de los 90). Esa dificultad era debida, en parte, a que en aquella época las opciones de jugabilidad eran reducidas. Nos limitábamos a disparar, correr, escapar, retomar posiciones, coger munición y seguir disparando. No había ni escudos defensivos, ni regeneración automática, ni tropas aliadas ni nada de lo que ahora abunda.
Pero si tienes un espíritu masoca puedes estar tranquilo. Uno de los niveles de dificultad que permitía el juego es el llamado: Xenomanía. Una auténtica locura, donde los enemigos resucitan cada poco tiempo. Sólo para auténticos marines.

En conclusión, Alien Trilogy es, para mí, de esas joyas nostálgicas que merecen ser jugadas una y otra vez. Un claro reflejo de cómo se hacían grandes juegos antaño (a pesar de tener medios rudimentarios). Un ejemplo de cómo un juego no es todo potencia gráfica. Una muestra de que una gran banda sonora puede hacer estremecer mucho más que la criatura más terrorífica.

Si eres medianamente fan de la saga Alien, si te gustan los shooters y tienes la ocasión de probarlo, no lo dudes. Es un JUEGAZO, clásico entre clásicos, y una de las mejores adaptaciones del celuloide (aunque sea una trilogía) al mundo de los videojuegos.


Fin de la transmisión.

11 abr 2010

Libros Recomendados: Trílogía de Bartimeo (Johnathan Stroud)

Vivía yo por aquel entonces, en tierras castellanas adoradoras del cochinillo, y buscaba un libro mientras esperaba la llegada de más ejemplares de Harry Potter en inglés.
Recuerdo haberlo visto fugazmente, entre otro montón de libros desperdigados, y el diseño de la portada llamó sutilmente mi atención. Lo cogí y sopesé. Tras una primera impresión, en la cual pensé que sería un libro demasiado juvenil, lo desestimé y condene a esa marea de libros de la tienda.
Craso error.
Matizaré que, en aquellos días, leía Harry Potter (sí, sí...libro juvenil e infantil donde los haya) porque quería perfeccionar mi inglés para un examen oficial. Y qué mejor manera que hacerlo con un libro de escritura sencilla, destinado a un público imberbe.
Tiempo después, en una época de auténtica hambre voraz por la lectura (caían los libros cada 7 días...y con ellos mi economía), volvía, como siempre, a la librería a por más, insaciable.
Y, como esperándome, allí estaba. Orgulloso y arrogante, destacando sobre otros libros.
Lo volví a tomar entre mis manos y, después de releer la contraportada varias veces, decidí darle la oportunidad que (ahora digo con la boca grande) se merece.
Así comencé mi aventura en la Trilogía de Bartimeo y Nathaniel.
En un primer momento, el parecido y las similitudes me parecieron exageradas: un niño, marginado por su familia, vive en un Londres contemporáneo donde también impera la magia. Sí, las similitudes con las aventuras del niño mago de J.K Rowling se hicieron muy evidentes. Más aún si tenemos en cuenta que también leía, de manera paralela, las aventuras de Harry Potter.
Pero esta historia, escrita por Johnathan Stroud, tenía algo más oscuro y retorcido desde un primer momento. Algo que te da a entender que este libro es diferente; que es más adulto de lo que a priori pudiera parecer.
Tal y como reza la contraportada, nos encontramos con uno de los protagonistas: Nathaniel, un chico escuálido y débil que ha tenido la osadía de invocar al otro protagonista: Bartimeo, demonio entre demonios, diablo de diables, generador del caos y la destrucción.... No sólo ha tenido el coraje de molestarle, invocarle y subyugarlo; sino que también le ordena que robe un determinado objeto, al mago más poderoso de todo Londres. Nathaniel tiene sus motivos para enfrentarse con ese mago; pero Bartimeo también tiene los suyos para odiar a su amo...
Así, sin saberlo, Nathaniel se verá envuelto en un frenesí por salvar su vida, su alma y la de todos los habitantes de la ciudad, ajenos al caos mágico que se avecina.
Y fue así, valga la redundacia, cómo yo me vi envuelto en esta fantástica trilogía salida, repito, de la mano del genial Johnathan Stroud. Trilogía que comienza con El amuleto de Samarkanda, le sigue El ojo del Golem y termina con La puerta de Ptolomeo.
Pero hemos de ser francos y justos. Es un libro juvenil, con todo lo que ello implica, lo que no quita que sea un libro atractivo (y mucho) para un público más curtido y adulto.

Quizás la primera entrega de la trilogía puede pecar de sufrir algún que otro altibajo en el ritmo; pero también tiene momentos en los que despertará una curiosidad siniestra en el lector. El segundo puede tener momentos en los que se pierde el hilo, pero posee una historia con muchos matices y trasfondos. Y el tercero es la culminación: misterios y secretos pasados revelados y resueltos.
Quizás el personaje de Nathaniel se muestre indiferente en la historia, siendo odiado por el lector, aunque también hay momentos de lástima hacia él. Sin embargo, el personaje estrella es Bartimeo: su humor carácterístico, su forma de ver las cosas...su naturaleza de demonio lo hacen tremendamente atractivo.
Porque aquí hay un punto verdaderamente interesante: el modo de contar la historia. Stroud no se limita sólo a narrar la historia, sino que, además, lo hace desde los puntos de vista de los protagonistas...por separado. Así, un capítulo se corresponde a lo que Nathaniel vive y piensa en determinado momento; y en el siguiente, lo mismo con Bartimeo.
Acompañando a estos dos personajes, se presentan otros tantos, bien demoníacos como humanos, que jugarán papales clave en el desarrollo de las aventuras, misterios y tramas de la trilogía.


He recomendado este libro a unos cuantos amigos....los cuales no me han hecho ni puñetero caso. Pero insisto; creo que este autor, Johnathan Stroud (es un escritor relativamente nuevo), va camino de convertirse en referente en este mundillo.
Esta trilogía suya, es un viaje a un mundo de traiciones, magia, conspiraciones, venganza y ansia de poder que, seguro, no defraudará a nadie.
Puede que me equivoque pero....si lo veis en un estante os llamará la atención y lo cogeréis. Lo voltearéis un rato en la mano y dudaréis. Leeréis la sentencia de Bartimeo.
Y esa siniestra curiosidad os atrapará...

Trilogía de Bartimeo (El amuleto de Samarkanda, El ojo del Golem, La puerta de
Ptolomeo), Ediciones Montena, de Johnathan Stroud (1970).
Más información del autor (en un perfecto inglés) aquí:

http://www.jonathanstroud.com

10 abr 2010

¿Qué pasó con los Megamixes?

Recientemente escuché en la radio la noticia del “regreso” de Toni Peret al panorama de los discos. Para muchos ese nombre no significará nada, al igual que otros como Quique Tejada, Jose María Castell, etc... Algo justificable para las nuevas y (emo-poperas) generaciones; pero para los que ya tenemos un cuarto de siglo en nuestro haber este nombre debería traerle a la mente trabajos como Máquina Total, La máquina del tiempo, Lo + duro, Currupipi Mix...entre otros (podéis ver la discografía completa en este enlace.


Pasadas generaciones (entre las que me incluyo, siendo del 81) teníamos que comprar, regalar, disfrutar o sufrir estos recopilatorios donde encontrábamos temas chunda chunda; temas light y versiones chunda chunda de temas light ( Nirvana de El Bosco a ritmo de techno es realmente peculiar).
Además, estos multi CD (o multi cassette) nos obsequiaban con una sesión un tanto especial: en apenas 5,6 ó 10 minutos nos metían entre oreja y oreja casi el 100% de la totalidad del recopilatorio (existía también una versión mini par la radio, a modo de promoción).
De aquella no había ni MP3, ni emules, ni torrents, ni megauploads ni gaitas.
Si tenías pelas te pillabas el doble Cd (era lo más). Si tenías menos pelas te pillabas el doble cassette (que no solía incluir todo el contenido original del recopilatorio, así que debías rezar para que no te tocara lo más truño). Pero si no tenías pelas, pero sí un equipo de música con Cd o doble pletina, tu opción eran las cintas vírgenes y tu propio criterio para hacer recopilatorios (o grabarlo directamente de la radio; recordemos que los reproductores de Cd eran relativamente nuevos).
Así, de esta guisa, encontrabas en tu tienda o centro comercial el recopilatorio (o los recopilatorios) del momento; que además solían llevar el nombre de algo que estuviera en auge o de moda en aquella época. Recuerdo estar viendo un capítulo de la genial Expediente X, largo tiempo ha, y, de repente, se ve la habitación de un psiquiátrico. En el interior un camilla y una chica en plan exorcista, que, de pronto: ¡¡empieza a bailar a ritmo chunda chunda!!. Por un momento pensé que era una ida de melón de los guionistas...pero qué va...era un anuncio si previo corte publicitario.
Vaya risas. (lo cierto es que no recuerdo el nombre de aquel Cd, pero debía ser algo así como Poseída Mix, Exo
rcista Mix...)
El caso (evitaré que se me vuelva a ir la olla....pero no prometo nada), es que entre tanto recopilatorio no podían faltar los ahora llamados “fakes”, o vulgarmente conocidas copias malas y cutres, de canciones de éxito. Del mismo modo que en mercadillos encontramos calcetines Hike y zapatillas Abidas; en el mundo de la música encontramos Moronas cantando Rhythm of the night.
Fuente inagotable de estas “joyas” eran las estanterías giratorias de las gasolineras. A lado del otro estante de películas porno baratas (y de dudoso origen) encontrábamos infinidad de combinaciones de las palabras: total, playa, calor, mix...( Rumba total mix, Total mix caliente; Ay qué calor mix, Total calor mix playa, Mix Buckannan...).
Sin embargo, y para desgracia de la humanidad, estos recopilatorios “fake” siguen proliferando como champiñones, cada vez con temas más insufribles. Pero, ¿qué ha sido de aquellos Locos por el Mix, Bombazo Mix, Máquina Total, etc.?.
Han caído en el olvido.
Ahora los recopilatorios son...demasiado pros. Archiconocidas marcas de prestigio ceden sus nombres para traernos, año tras año (y con una originalidad “increíble” en sus nombres), las mejores compilaciones de los mejores temas que la mejor gente pincha en los mejores locales de las mejores ciudades para los mejores clientes. Mejor que mejor; porque la
inmensa mayoría de esos temazos no los he escuchado nunca en los lugares que frecuento.
Como decía, las sesiones son mucho más profesionales: búsquedas de mezclas perfectas, sonidos bailables, nuevas tendencias (algunas horribles en mi opinión) y creación de nuevos zombies cuyos corazones palpitan según los bpms de las mesas de mezclas.
Lejos quedan aquellas mezclas en las que las voces de un falso Jesulín; un supuesto Rambo o Terminator anunciaban el título del recopilatorio de turno, en una mezcla llena de efectos de sonidos chorras, melodías acompasadas con humor y diversión.
Y todo esto rollo infumable a qué viene. Pues viene porque el señor con el que empezaba este post, Toni Peret, ha sacado recientemente un nuevo recopilatorio, un Max Mix: una mezcla de mezclas (no es de mis favoritas, pero sí interesante). Si bien es cierto que este tipo de producciones suceden cada año, no sé porque, pero este en concreto, ha despertado mi lado más nostálgico. Un lado en el que tener el Boom u otro Mega Cd suponía ser el alma mater de la fiesta. Ahora megaupload, emule o cualquier otro sistema de compartición de archivos on line hace que tener un recopilatorio no sea nada del otro mundo (es más, a día de hoy compensa más buscar una sola canción, ya que es habitual que de las 60 que traiga, sea esa la única que merece la pena).


En cualquier caso, esa afición por los megamixes caló hondo dentro de mí, y durante años recorrí tiendas de segunda mano, rastrillos y demás para encontrar la banda sonora de mi pubertad y adolescencia: Paco Pil, Chimo Bayo, Sash!, Corona, Double Vision.... Muchos pensaréis que con semejante tralla tendré sólo dos neuronas supervivientes dentro de un cerebro derretido.
Nada más lejos de la realidad. Soy una persona coherente y normal. Mucho más normal que una sociedad y generación actual que, con infinidad de grupos que cantan lo mismo, con las mismas letras, el mismo tono y la misma ropa (y lo dice alguien que estucha techno dance...es decir, pum pum pum pum pum), ha perdido el norte y parece que se ha vuelto gilipollas.
Mientras escribo estas líneas escucho un Cd, EL monstruo del verano, que no es que sea un clásico, pero tiene sus años. Un pequeño atisbo de un pasado donde la pachanga era pachanga y se podía bailar. Donde el dance era música disco y también se podía bailar. Un pasado donde, independientemente de tu orientación musical, los recopilatorios variados tenían cabida.
No quería terminar sin mencionar un tesoro que he encontrado, navegando y husmeando en la red.
Un Dj de Madrid, ha conseguido una colección brutal de recopilatorios de música. Desde auténticas joyas extintas en la década de los noventa, hasta compilaciones recientes, pasando por rarezas exclusivas.
Todo un tributo a una cultura; una forma de entender la música y de vivir la vida (suena demasiado fantasma, pero ser Dj es algo más que ser pinchadiscos, cosa que es la mayoría de la gente de los locales de “marcha”).
Aquí os dejo la dirección:


90sdance.blogspot.com


Lo dicho un tesoro
Espero que no os haya rallado mucho. Sólo diré, a modo de adiós, algunas frases que, en algún momento de su vida, todo el mundo a cantado, tarareado, hecho chistes o lo que queráis: “maldición, ya es domingo y esto cierra/ todo el mundo a la nave nos volvemos a la Tierra/ 4 días nos separan hasta la próxima fiesta/ son del lunes hasta el jueves los días que más apestan/ Volveremos por la fiesta, te lo juro /lo prometo por los surcos de los plásticos más duros./ Más potencia, pide pista, que despego/ ponte en orbita en las fiestas fiestas fiestas fiestas locas como esta.
No, no son poemas de Bécquer, pero tenía su áquel.
Adelante!

3 abr 2010

Wii: ¿consola o estrategia de marketing?

Wii, el soporte de entretenimiento de última generación de Nintendo no deja indiferente a nadie. Y es que la consola de la compañía nipona tiene tanto ferviente admirador como detractor acérrimo.
Motivos no faltan en ambos casos (algunos más justificados que otros), pero para todos la conclusión es clara: la compañía del fontanero bigotudo se sacó un as de la manga y puso el mundo patas arriba. Aunque otras compañías ya tenían las cartas sobre la mesa (con buenas manos), no pudieron frenar el fenómeno Wii.
Nintendo tenía todos los comodines.
Pero, ¿por qué triunfó Wii?. La Wii no posee una capacidad para desarrollar gráficos vertiginosos (aunque tampoco se queda corta). La Wii no tiene algunos de los títulos fetiches de las franquicias más deseadas y valoradas (léase Halos, Killzones, God of Wars, GTAs, Bioshocks...) pero aún mantiene los suyos propios. La Wii no tiene títulos con un fuerte contenido y orientación adulta (aunque últimamente lo palia con Mad World, Silent Hill, Resident Evil, Dead Space...). La Wii apenas ha reducido su precio durante todo el tiempo que ha permanecido en el mercado.... Entonces, ¿por qué se vende como churros?, ¿es por el control?, ¿por el estilo de juegos?..En parte sí, y no.
En mi opinión, partiendo de la más gigantesca ignorancia, es que es por algo más sencillo....pero con matices complejos.
Pensemos que no a todo el mundo le gustan los videojuegos. Que no a todo el mundo le gusta “la maquinita”, “marcianitos” o universalmente “la pley”. Debemos tener en cuenta que hay mucha gente que piensa que los videojuegos son pérdidas de tiempo, de dinero y de capacidad de relación social.
Esto se traduce en que (supongamos) 3 de cada 10 personas (con factores tales como poder adquisitivo, poder real de decisión, capacidad de discernimiento sólido, objetividad, etc...) tienen consola y juegan, de manera habitual a los videojuegos. Este supuesto 30% es el objetivo de marketing de compañías, publicistas, desarrolladoras...
Pues Nintendo sacó un producto para el 70% restante.
Y le salió redonda la jugada. ¿Qué más da que los juegos tengas monigotes (en algunos casos, literalmente)
cabezones?, ¿qué más da que muchos juegos tengan una connotación infantil?, ¿qué más da que muchos juegos sean increíblemente simplones?...
ues porque Nintendo ha vuelto a su ideal original. A su FAMCOM (en España conocida como NES o Nintendo a secas). A su FAMily COMputer.
Wii es la consola para el hijo/a, abuelo/a, mamá, papá.... Seamos francos, alguno de vosotros se imagina a su abuela jugando a partidas on-line de Gears of War o a vuestra madre encarnando a Cratos en su venganza de God of War...Yo, personalmente, no. Y soy consciente de que existen excepciones, pero son tan raros los casos que no son representativos.

Y no porque el juego en sí sea violento, demasiado fantástico o lo que queráis. Sino por lo dicho antes: simplón, gráficamente simple y sencillo. Cualquier persona se volvería loca si tiene que aprenderse de memoria todas las combinaciones de golpes del Tekken o del Virtua Fighter..que sí, que se puede, pero hay que reconocer que es fácil fustrarse en seguida si no está habituado (y os lo dice un jugón friki).

La Wii es tremendamente intuitiva y extremadamente simple: señala, apunta y dispara; y si quieres pegar, pega literalmente. Y ya está.

El abuelo que vivió, ya tarde,la llegada de los videojuegos; el padre que siempre dice que son tonterías; la madre que dice que es la maquinita; áquel que dice que es tontería y antisocial...Ya tienen una forma de jugar fácil y rápida. Sin complicaciones y para toda la familia. La cosa ha cambiado. Ya no es entrar en una habitación en penumbra, ver al chaval/a frikando como loco a un Resident Evil o un Silent Hill o a Final Fantasy y que al entrar en la habitación te digan “deja la maquinita, enciende la luz y abre la ventana, estudia, haz vida social”, etc... Ahora te ven dando botes en la habitación, pegándoles mandobles al aire o desafiando a tu cerebro contra jugones de rincones variados del mundo. Ahora te preguntan “¿qué haces?”....Y sí, te mandan limpiar la habitación, sacar la basura, estudiar, buscarte novia o trabajo y lo de siempre. Pero el tono no es el mismo (repito, hay excepciones).

Además, no es raro que, viendo tus buenas o desastrosas habilidades, te diga “¿puedo probar?”, antes de salir de la habitación (o del salón, según sea el caso).

Es importante, y por ello lo recalco, que hay excepciones. A mi madre le encanta el Dance Dance Revolution, del mismo modo que me ha visto jugar partidas al Silent Hill de PSOne, con la misma tensión que yo por encontrar a la niña desaparecida. Así como he jugado partidas a dobles de Virtua Cop con mi padre en la Sega Saturn. Y hace un par de Navidades, la partida de Wii Sports después de la cena en familia fue inevitable.

Y es que es eso, se acabó el regalo de reyes que se juega en la intimidad de tu habitación (o cuando la sala o salón queden vacíos). Aún estáis con el turrón cuando apartáis sillas y mesas y os echáis unas risas porque el abuelo medio sordo y con cataratas ha ganado al tenis al nieto... Por muy causales, infantiles, simplones, etc.. que resulten sus juegos, son del agrado de los mayores consumidores: los padres, los “compramos-una-maquinita-para-que-el-crío-se-encierre-en-casa-o-esa-en-la-que-sale-el-abuelo-jugando-y-también-vale.pa.adelgazar-que-con-elturrón-has-ganado-unos-kilitos”.

Los juegos que tiene la Wii no son nuevos...sólo que ahora están enfocados ese público, a ese 70% que se mostraba escéptico y reacio a este tipo de entretenimiento. Nintendo ha ganado a pulso esta generación. Las ventas han sido estratosféricas..y siguen. Da igual que mucha gente se haya comprado la Wii por borreguismo y, a toro pasado, la tenga abandonada en un rincón. Ya formó parte del fenómeno Wii. Ha sido parte del escalón hacia el nuevo concepto de videojuegos. Concepto en el que no hace falta ser un monstruo machacabotones. Concepto en el que no tiene porque existir un alienígena o demonio devorador de hombres; sino un universo colorido de monigotes cabezones que se ríen y aplauden cuando haces el idiota (en el buen sentido de la palabra) delante del televisor.

Nintendo se arriesgó con una mano complicada. No un farol, sino esa mano de cartas que necesita una orientación planetaria milenaria para triunfar. Y, vaya si se alinearon. Y ahí está la prueba. En nada tendremos en el mercado los respectivos sensores de movimiento de la competencia. Algunos excesivamente similares a Nintendo (al menos en teoría) y otros que plantean serias dudas de eficacia y variabilidad. Pero ese no es el detalle. Es natural que compañías “enemigas” imiten formatos y/o ideas que triunfan. No olvidemos que hablamos de negocio, negocio que mueve cantidades desmesuradas de dinero al año.

El detalle estriba en el desprecio hacia la compañía insignia de Miyamoto. La superioridad técnica de la competencia despreció una estrategia de mercado y filosófica que al final, independientemente de la satisfacción del cliente, ha barrido todo aquello que se le ha puesto por delante. Nintendo tiene muchas cosas que pulir y mejorar de cara a un futuro a medio y largo plazo, pero con la Wii (de la DS ya hablaremos otro día), se ha creado un colchón, un seguro con el que poder experimentar y desarrollar otro producto que revoluciones y sorprenda a la comunidad de usuarios.

No pretendo convenceros de que compréis la consola del fontanero (ojalá me dieran, aunque sólo fuera, el 0.001% de todos sus beneficios), es más, yo la tengo bastante abandonada. Sólo quería comentar mi punto de vista (personal, por supuesto) sobre el fenómeno Wii. Fenómeno saturado de fanáticos que o bien critican por criticar o bien defienden por una fe ciega injustificada. Nintendo lo ha hecho bien y punto. Si no te gusta, tienes más donde elegir en el mercado. Y la Wii no es una mala compra, pero has de ser consciente de qué es lo que vas a jugar en ella (es lo que la gente debería ver antes de comprar una u otra consola: el elenco de juegos que marca el estilo de esa plataforma).

Creo que lo dejaré aquí, ya que es un tema que aún puede dar para más y no quiero aburriros. Ya lo retomaremos más adelante. Y, quién sabe, puede que por entonces ya me haya acabado el Super Mario Galaxy 2: juego de colorines con toque infantil al que yo, destrozador de aliens y zombies en otras consolas, tengo muchas ganas de jugar.

Mientras tanto, viciad y drisfutad con lo que tenéis, que seguro no es poco.

Bienvenid@s!!

Hola!...otra vez.
Pues sí, esta es la 3 (o cuarta, ya perdí la cuenta XD) vez que intendo arrancar este blog.
No espero que sea un hervidero de ingeniosas respuestas o interesantes artículos. Es una forma de expresar opiniones, inquietudes, pensamientos, razonamientos, curiosidades y demás (infinidad de más) historias que rondan mi cabeza o mi vida diaria.
No espero que sea del agrado de tod@s, ni tampoco espero comprensión, ni apoyo ni interés por parte de nadie (lo siento, pero es así).
Sólo espero que os sintais todos bienvenidos a este proyecto...o idea, o lo que queráis en definitiva. Sea lo que fuere, pongo todo mi empeño e ilusión en que sea algo de entretenimiento a momentos rancios de búsqueda en internet, algo con lo que sonsacar una media sonrisa o quizás un "será idiota", algo que os haga volver a visitar al cabo de un rato, horas o días, en busca de nuevas sensaciones.
A lo largo de lo que espero sea mucho tiempo, en este blog aparecerán noticias curiosas, opiniones de actualidad, política y variedades, comentarios sobre películas o videojuegos, vistas al pasado en busca de recuerdos nostálgicos, crítcas - constructivas y destructivas- sobre libros, cine y música....
A lo largo de lo que espero sea mucho tiempo, espero que os sintáis invitados, y cómodos, participando, de la manera que queráis, en este proyecto.
Gracias, aunque sólo sea de paso, por haber accedido.
Nos vemos.


The Bonifighter and Remix!!